Proyectar la muerte de Osama Bin Laden resulta anecdótico cuando se encuentra vivo, pero prodigioso cuando al poco tiempo lo matan, y relatas como queda Al-Qaeda sin su líder. Ezequiel Teodoro, ¿Un escritor visionario o un periodista con una imaginación desbordante? Para novelar es necesario deambular entre la irrealidad más real y la realidad más ficcionada, un trabajo algo complicado para un periodista que debe basarse en la descripción de lo objetivo, pero posible cuando se dispone de talento. Pero no sólo en este avistamiento mortuorio reside la buena acogida de El Manuscrito de Avicena, aunque sin duda alguna, en este momento sea el mayor reclamo para unas altas ventas. Es un libro excelentemente ejecutado, a caballo entre el presente y el pasado, quizá un estilo de novela que va dejando de estar de moda, después de la saturación de novelas históricas, sin embargo Ezequiel aúna otros géneros que hacen de ella una novela histórica cargada de aventuras y con quiebros policiacos. La trama se centra en un médico que tiene que encontrar a su mujer, que ha sido secuestrada por Al-Qaeda. Poco a poco, nos describirán como la mujer está investigando el manuscrito de Avicena del siglo XI, detrás del cual también está el grupo Al-Qaeda; por ello, el protagonista tendrá que encontrar el manuscrito original para poder intercambiarlo por la mujer. El mayor misterio de la novela es conocer la importancia de dicho manuscrito.
¿Por qué deben leer El Manuscrito de Avicena de Ezequiel Teodoro? Desde un punto de vista localista, es necesario valorar el producto ceutí, colaborar con las ilusiones de nuestro paisano y ayudar a que su éxito sea aún mayor. Desde un punto de vista literario, debemos tener en cuenta que si el principal objetivo de una lectura es entretener, con esta obra podemos pasar un buen momento en compañía de una prosa trabajada y un discurrir de la acción bien construida. ¡ENHORABUENA!
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