lunes, julio 11, 2011

RUBÉN CASADO, UN POETA CEUTÍ QUE HIERE AL LECTOR PASIVO



La palabra no solo se compone de la significación gramatical, también participa de una significación recóndita que suele enlazar con la experiencia estética. Anoche, mientras sudábamos ginebra en el Backstage, intentamos determinar en qué cosiste dicha experiencia; un asunto banal no es. Mi pensamiento, algo sometido por la destilación, se retrotraía a instantes donde había podido disfrutar de ella; pero con ese desasosiego de los que amamos la poesía, sentí cierto reparo en confesar que mis mayores experiencias estéticas habían venido de la mano de poemas, unos de mayor calidad y otros con menos, sin embargo todos ellos dejaron vestigios en mi inconsciente. Hoy reflexionando, sin afectación alguna, entiendo plenamente que la poesía sea el paraíso estético; transciende de lo lógico por el uso de esa significación latente que empapa cada palabra que componen los versos. Hablar de poesía es complejo; parece que tratamos de una variedad artística para minorías, aunque no podemos olvidar que hubo una época donde la lírica fue el best seller más codiciado. En cambio, en estos tiempos resulta muy complicado tener entre las manos poemarios de autores de nuestra generación, muy pocos son los afortunados, las editoriales al uso no desean hacerse cargo de un producto con escasa capacidad monetaria. Por eso, los poetas buscan nuevas fórmulas de edición, menos remuneradas, pero, indiscutiblemente, maneras que posibilitan el poder ser leído por todo aquel que lo desee con un simple clic.            
Y haciendo uso de la red, di con un poemario electrónico titulado Urbe desta Historia, donde su autor Rubén Casado, de origen ceutí, realiza una declaración de intenciones muy directa. Casi como la que voy a ejecutar siendo de esos que dicen después de un concierto que el bajo entraba tarde. Experimentar una lectura crítica de tu obra es verte reflejado en otro que, sin duda, algo ha visto en la composición para perder un preciado tiempo escribiendo determinaciones siempre subjetivas, una vez que se ha asumido que lo objetivo no existe.  En el prólogo de Urbe desta Historia se explica que está compuesto por poemas de suma agudeza que alcanzan con la precisión de una bala; puede que lo pretendido por el poeta sea herir a un lector algo pasivo que se deja llevar por una sociedad impasible. Rubén Casado realiza una serie de reflexiones a través de descripciones urbanas, totalmente cotidianas, pero que toman conciencia poética al ser focalizadas. Algunas reminiscencias ochenteras que recuerdan al decadente poeta Leopoldo María Panero, sobre todo en relación al malditismo más intrínseco. Una frialdad compositiva elegante como se puede observar en Imaginarium y un uso del vocabulario sin pretensiones, que suele ser lo que pierde a los poetas. Me gusta la sencillez expresiva, la facilidad del verso sin ataduras que recuerdan más a una prosa estética que a composiciones líricas.
En cambio, si Rubén Casado persigue un diálogo con el lector, creo que le falla la fórmula; expone su reflexión con una conclusión valorativa –moralista en muchos casos- sin dar opción a que se le dé una respuesta tras la lectura: parece ser una conversación consigo mismo sobre temas, algunos intrascendentes, otros no tanto, en palabras propias del poeta; cosas en las que fijarse alrededor de lo que no pasa nada, pero que indudablemente no buscan respuesta. La pregunta generalizada sería qué pretende el poeta cuando expresa su experiencia. Octavio Paz responde que la poesía quiere cambiar la vida. No piensa embellecerla como piensan los estetas y los literatos, ni hacerla más justa o buena, como sueñan los moralistas. Mediante la palabra, mediante la expresión de su experiencia, procura hacer sagrado al mundo. El poeta ceutí consigue consagrar a través de la palabra elementos tan insignificantes como el retrovisor de un coche, un tocadiscos o una calle, un mundo tan cercano como lejano. Desde el punto de vista de un lector de poesía, y ahora crítico, creo que le falta arrojar algo más de profundidad lingüística a sus versos, dotarlo de ese halo prodigioso que busca la ansiada experiencia estética, y que sólo con cierta poesía puede conseguirse.
Gracias por Urbe desta Historia (Cliquea y comienza su lectura)
Gracias por demostrar que Ceuta no es una ciudad vacía de poesía.

6 comentarios:

  1. LLevas razón, la obra adolece de léxico, de sintaxis y de experiencia estética, puede que el autor lo conciba así o que sus conocimientos del lengüaje sean los que tiene, también es posible que estos tiempos reclamen otro tipo de poesía, para cambiar la vida, por suerte o desgracia, hoy en día la mayoría de los jóvenes no saben hacer un comenterio de texto, no saben geografía, ni las construcciones líricas, ni la métrica, etc, etc, etc,lo mejor sería acercar la cultura a jóvenes y no tan jóvenes utilizando sus giros y su vocabulario. Los que nos consideramos cultos, deberíamos bajar del Olimpo de los Dioses y mezclarnos con los simples mortales, para transmitir lo que sabemos, para confesar lo que desconocemos y para reconocer que no somos tan cultos como nos creemos.

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  2. Yo no he escrito que la obra adolezca de léxico, de sintaxis y de experiencia estética, quizá no me haya expresado bien pero he tratado de valorarla positivamente; estoy hablando de perseguir una estética poética donde prima la sencillez.

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  3. Faulkner le dijo a Hemingway que por qué utilizaba palabras tan burdas en su escritura. Hem dijo que tambien como él conocía las palabras de 1000 dolares pero que nos las usaba porque no le daba la gana. Hay una cierta dificultad en escribir de forma sencilla y es que es la forma menos sencilla que exite. Escribiendo así el fracaso está al acecho en cada esquina. Umbral en su libro sobre "Ramón Gomez de la Serna y las vanguardias" habla de la palabra poética, que no se trata de una palabra "deslumbrante" sino de colocar esta o aquella palabra en el momento oportuno aunque esta diste de ser académica. Sin lugar a dudas eso tampoco lo he logrado de ahí que no me hayan publicado en la coleccion Austral. Es una pena que la gente culta no sepa que existe una poesía más haya de sus toneladas de conocimientos. No quiero cambiar el mundo, ni acercarme a los jóvenes ni sorprender a ningún cerebro privilegiado, mis pretensiones no van más haya que la de compartirlo con los amigos que visitan mi blog. Hay que abrir las ventanas y dejar que la vida entre en la literatura, lleva demasiado tiempo bebiendo de sí misma, de ahí su aspecto famélico. Gracias por los comentarios, a pesar de que no esté de acuerdo con algunas cosas, estoy de acuerdo en que lo que hago no es poesía... Dios me salve de ello

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  4. puntualizo "más allá" en vez de "más haya", perdón por la patada en el hígado del diccionario

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  5. El Cultural de Ceuta: Rubén la literatura pervive de autofelaciones constantes, sólo tienes que ver a Enrique Vila-Matas, autor que comparte lo comercial y la calidad casi como ningún otro; y sus obras nacen y crecen a partir de las relecturas de otros autores, y sus libros pueden ser muchas cosas, menos famélicos. Estoy totalmente de acuerdo con tu comentario menos en lo que concierne a tus pretensiones, no creo que ningún escritor (poeta o llámate como quieras) se conforme sólo con ser leído por sus amigos, por qué entonces no lo publicas, te bastaría con imprimir y repartir a tu gente. No ocurre nada por reconocer que queremos ser leídos, es más, pienso que Ceuta necesita de este tipo de obras para fomentar una cultura que se aleje del militarismo y la religión. y, SÍ lo que haces es poesía...

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  6. Totalmente de acuerdo con tu artículo y tus comentarios. El mio iba dirigido al señor que reflexiona sobre bajar del Olimpo de los dioses del que parece autodenominarse integrante, me resulta dificil pensar que lo dice en serio, en fin. De hecho gracias por tu crítica, es la primera que me hacen, y ni mucho menos salgo mal parado. Intentaré mejorar lo que no funciona, en eso consiste. Es cierto que escribo con la ilusión de ser leido, decir lo contario seria mostrar inseguridad. Solo quería expresar de esa manera que no escribo para cambiar nada, ni el mundo ni mis amigos. De ahí mi falta de pretensiones, ya he rebasado la edad en la que me creía Baudelaire jjj. Qué coño! gracias a los dos por tomaros la molestia de leer el libro y enhorabuena por el blog, se necesitan espacios como este en Ceuta donde poder expresarse y hablar de literatura...Un abrazo

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